Modelos Universitarios en Chile: Elementos basales para la formulación de Modelos Universitarios en tiempos de incertidumbre y liquidez

El comportamiento de los fenómenos de deserción y retención, y los factores que los explican han sido una de las principales preocupaciones de la política educativa en educación superior desde finales de los 80s. En el caso de la educación superior chilena, aunque si bien se ha experimentado un vertiginoso aumento del ingreso de estudiantes durante las últimas décadas que pasó de un 7.5% en 1980 a un 46% en 2013–, éste no es considerado totalmente como un logro, debido a su ineficiencia respecto de la titulación (Espinoza y González, 2015). En cuanto al aumento en el ingreso de estudiantes a las Instituciones de Educación Superior (IES), es necesario precisar que en el estudio de casos del Sistema Educación Superior de Argentina, Uruguay y Chile entre 2010 y 2017, García y Adrogué (2019) observaron que las tasas de matriculación se expandieron a gran velocidad y diversificaron la oferta de sistemas que, como el chileno, cuentan con financiamiento privado. Además, estos autores, al analizar la configuración del ingreso a las IES chilenas, señalan que hacia 2017, si bien se ha producido un aumento del ingreso, este no es homogéneo. Ello debido a una disminución significativa de la matrícula de las universidades estatales y privadas del CRUCH; en contraposición al crecimiento de la matrícula en los Institutos Profesionales y las universidades privadas independientes.
Aunque los estudios sobre la retención se remontan a más de cuatro décadas, para abordar apropiadamente el fenómeno, se hace necesario considerar, también, los acelerados cambios en las características y las experiencias actuales de los estudiantes no tradicionales y de primera generación, quienes configuran un cuerpo estudiantil conformado por diversos grupos (padres, trabajadores, estudiantes con discapacidad, adultos, entre otros) con necesidades muy diferentes a los estudiantes tradicionales (Edwards y McMillan, 2015). El reconocimiento de estos cambios demanda, además, la necesaria evolución de los enfoques con que cada institución aborda la retención y persistencia.

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